Cuando recuerdo la cruz de Cristo, puedo ver al Salvador que «no tiene» dónde recostar la cabeza

Resumen | Jesús escogió recostar Su cabeza en una cruz para que nosotros podamos recostar tranquilos nuestras cabezas en la noche. |
Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza (Mateo 8:20).
Pocas veces los escribas escucharon a Jesús con la intención de seguirlo, pero en Mateo 8, uno de ellos Le prometió: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas» (vs. 19). Aunque esta declaración ya es sorprendente, tal vez sea más sorprendente la respuesta de Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza» (Mateo 8:20).
Desde luego, Jesús no estaba insinuando que no tenía un lugar en absoluto dónde quedarse o descansar, pues en ocasiones Se quedaba en una casa (cf. Mateo 9:28) —probablemente la casa de Pedro en Capernaum (Marcos 1:29; Mateo 8:14)—, como también en la casa de otros discípulos y amigos (cf. Mateo 9:10; Lucas 10:38; 19:1-7). Pero lo que estaba diciendo es que, a diferencia de «las criaturas más despreciables de la tierra y del cielo»,[1] Él no tenía un lugar propio para ofrecer descanso y acogida, sea para Sí mismo o Sus seguidores y amigos.
¿Qué tiene que ver esto con la cruz de Cristo? Se ha señalado que las palabras «recostar» y «cabeza» con relación a Jesús aparecen otra vez en proximidad en Juan 19:30:[2] «Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu». Note el verbo «inclinado», que viene de la misma raíz griega del verbo «recostar» en Mateo 8:20, y la palabra «cabeza».[3] Al comienzo de Su ministerio, Jesús no tuvo un lugar dónde recostar Su cabeza, y al final de Su ministerio, recostó Su cabeza en la cruz.
Jesús, el Creador y Dueño de todo el universo (Juan 1:1-3); Jesús, el Dios admirable que tiene poder ilimitado (Isaías 9:6); Jesús, el que posee todas las riquezas en gloria (Filipenses 4:19), pudo haber escogido el lugar más espléndido para recostar Su cabeza santa. Sin embargo, Él escogió una cruz de madera, por usted y por mí, para que nosotros podamos recostar nuestras cabezas en la noche, sabiendo que Él nos ama, salva y perdona, y que no necesitamos temer las consecuencias del pecado o de la muerte.
[1] John Gill, Exposición de Gill de la Biblia completa [Gill’s exposition of the entire Bible], sobre Mateo 8:20, StudyLight.org, 1999, https://www.studylight.org/commentaries/eng/geb/matthew-8.html.
[2] Un amigo, Paul Holland, señaló esto en un artículo, pero no sé si este fue un enunciado original.
[3] «Inclinar» y «recostar» vienen del verbo klino; «cabeza» se traduce de kefale.
Publicado el 5 de mayo de 2025 en www.ebglobal.org.