De pecador a santo: Crecimiento cristiano—Transformación a la imagen de Dios

Resumen

Restaurar la imagen de Dios en nosotros al transformamos a la imagen de Cristo es el mayor propósito en el cristianismo.

— Lectura bíblica recomendada: Romanos 8:28-30; 2 Corintios 3:18

Introducción

I. Esta nueva sección en la serie «De pecador a santo» aborda el proceso de crecimiento de la nueva vida en Cristo.

II. Esta lección específica aborda el propósito real del discipulado, lo cual es la transformación continua a la imagen de Cristo.

Exposición

I. La concesión de la imagen de Dios.

A. Para entender la obra redentora de Cristo, debemos remontarnos al huerto del Edén.

B. Génesis 1:26-28 muestra que existimos para portar la imagen y semejanza de Dios nuestro Creador.

C. Esta realidad nos separa de todas las otras criaturas hechas (Génesis 9:5-6).

II. La imagen de Dios deteriorada debido al pecado.

A. Pero después de ceder a la tentación, la humanidad quedó expuesta al engaño (el hombre y su mujer trataron de esconderse de Dios; Génesis 3:8-10), la negación de la responsabilidad (3:11-13) y los deseos pecaminosos adicionales.

B. La tierra fue maldita, la humanidad fue apartada del árbol de la vida (3:22-24) y la imagen de Dios fue deteriorada adicionalmente por la depravación creciente (4:16-24; 6:5-7).

III. La transformación a la imagen de Cristo.

A. La Escritura revela el esfuerzo de Dios de restaurar Su imagen en la humanidad (Génesis 3:15).

B. Romanos 8 resume esto después de hablar de la condición perdida del hombre en Romanos 7.

1. Después de describir la libertad del pecado en Cristo (vss. 1-11) y la adopción como hijos en vez de la esclavitud del pecado (vss. 12-17), Pablo habló de la redención de la creación (vss. 18-27).

2. El propósito de Dios para los redimidos es la transformación a la imagen de Cristo (8:28-30; 2 Corintios 4:4; Colosenses 1:15; Hebreos 1:3) y la hermandad con Él (8:29; Hebreos 2:10-13).

C. Esta transformación requiere la consideración continua de la gloria de Cristo (2 Corintios 3:18).

Conclusión

I. Restaurar la imagen de Dios en nosotros al transformarnos a la imagen de Cristo es el propósito principal en el cristianismo.

II. Debemos crecer «en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo» (Efesios 4:11-16).

III. Esta transformación será completada en la eternidad (Filipenses 3:20-21; 1 Juan 3:1-3).