Bendiciones en Cristo: Llamamiento a gloria eterna

Resumen

Aunque no podemos escapar a la realidad del sufrimiento, el llamamiento a la gloria eterna en Cristo Jesús permanece.

— Lectura bíblica recomendada: 1 Pedro 5:8-11

Introducción

I. Es adecuado hacer un repaso de las bendiciones que hemos visto hasta ahora.

A. Muerte al pecado y vida en Cristo (Romanos 6:1-14).

B. Justificación mediante la redención en Cristo (Romanos 3:21-26).

C. Ninguna condenación en Cristo (Romanos 8:1-5).

D. Cercanía a Dios en Cristo (Efesios 2:11-22).

E. Triunfo en Cristo (2 Corintios 2:14-17).

II. Todas estas bendiciones son parte del llamamiento de Dios en Cristo a gloria eterna.

Exposición

I. El trasfondo de la bendición señalada.

A. La epístola de 1 Pedro se relaciona a la fe que es probada por medio de fuego (1:6-7; 2:19-21; 4:12-19).

B. Pedro buscó fortalecer la fe de su audiencia con el fin de que ellos perseveren.

II. El llamado a la acción (1 Pedro 5:8-9).

A. Frecuentemente Pedro instó a su audiencia a vivir la fe y defenderla a pesar de la presión (2:11-12, 18-21; 3:13-17; 4:12-19; 5:8-9).

B. La vigilancia espiritual es necesaria en vista de los ataques de Satanás (5:8).

C. Debemos resistir a Satanás con fe firme (5:9; Efesios 6:11-13; Santiago 4:7).

D. Necesitamos motivación que hace que el esfuerzo valga la pena.

III. Las promesas de Dios en Cristo (1 Pedro 5:10-11).

A. Pedro aseguró a los cristianos que sufrían que Dios los

1. perfeccionaría; literalmente, los repararía, restauraría o completaría.

2. afirmaría; los haría inmovibles, estables y constantes.

3. fortalecería, por medio de Su propia fortaleza (Efesios 6:10).

4. establecería; les daría fundamento y firmeza.

B. Aunque ellos habían sido llamados a sufrir por un poco de tiempo, su recompensa era la gloria eterna en Cristo Jesús (cf. 2 Corintios 4:16-18; Hebreos 12:1-2).

Conclusión

I. Nosotros no podemos escapar a la realidad del sufrimiento en este mundo, pero el sufrimiento por la causa de Cristo no se compara a ninguna otra clase de sufrimiento.

II. Afortunadamente, el llamamiento a la gloria eterna en Cristo Jesús permanece, así que podemos descansar seguros sabiendo que tal gloria nos espera (2 Corintios 4:17).

III. Por ende, sirvamos a Cristo fielmente a pesar de la presión, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no es en vano (1 Corintios 15:58).