¿Por qué sanaba Jesús en los días de reposo?

Resumen

Ya que Jesús fue compasivo, ofreció sanidad a los enfermos. Pero ¿por qué tuvo que sanarlos en el día de reposo judío?

Cuando se lee los relatos de los evangelios en cuanto a las sanidades que Jesús realizó, se puede ver que muchas de esas sanidades se realizaron en el día de reposo (e. g., Mateo 12:9-14; Lucas 13:10-17; 14:1-6; Juan 5:1-18; 9:1-14). Esta práctica generó conflicto aparentemente innecesario con los líderes judíos. A primera vista, se pudiera pensar que Jesús sanó en el día de reposo solamente para irritar a Sus enemigos, pero al considerar seriamente estas sanidades, podemos ver algunas razones interesantes. Se pueden dividir estas razones en tres categorías:

1. Correctiva

Las tradiciones rabínicas, con sus cargas insoportables de prohibiciones humanas, habían saturado la ley sabática y habían confundido el entendimiento público del tema.[1] Jesús consideró como parte de Su misión purificar los mandamientos de Dios de las tradiciones humanas. Él explicó que la ley sabática no significaba la cesación de toda actividad (Mateo 12:5), la disolución de otros preceptos divinos (Juan 7:22-23), la privación de las buenas obras (Marcos 3:4) o la socavación del bienestar humano (Marcos 2:27). De hecho, la ley sabática «estipula cesación que requiere la interrupción de las actividades regulares de la ocupación personal».[2]

2. Instructiva

Una vez que Jesús hubo corregido el entendimiento erróneo, la naturaleza instructiva real de la ley sabática con relación al hombre fue restablecida. Sin embargo, Él llevó la ley sabática a su clímax instructivo con relación a Él. Después de sanar al hombre en el estanque de Betesda, Jesús declaró: «Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Juan 5:17). Dios descansó en el principio, y dio la ley sabática, por el bien del hombre (cf. Marcos 2:27). Pero Dios no necesita descansar, ni está bajo la ley sabática, ya que trabaja en la eternidad infinita. Por ende, el punto de Jesús fue que, incluso si Él hubiera trabajado en el día de reposo (lo cual realmente no había hecho), todavía no hubiera quebrantado el reposo ya que el reposo fue instituido para el hombre, no para Dios, y Él es Dios (cf. Mateo 17:24-27). Él era «Señor del día de reposo» (Mateo 12:8) al menos en tres sentidos: (1) Había creado la ley sabática, (2) nunca había quebrantado la ley sabática, y (3) había explicado el significado real de la ley sabática.

3. Circunstancial

Esto no quiere decir que este punto se relacione a un aspecto «carente de propósito» (cf. Mateo 8:16-17), sino significa que el propósito de este punto se relaciona a las circunstancias. Un aspecto común de la vida religiosa piadosa judía al tiempo de Jesús se relacionaba a la reunión en el día de reposo en las sinagogas para adorar y estudiar. Ya que Jesús era un judío y tenía la misión de alcanzar a la comunidad judía con las Buenas Nuevas del reino (Mateo 15:24), entonces un lugar que frecuentó fue las reuniones sabáticas en las sinagogas donde podía enseñar. Pero tales lugares también eran frecuentados por gente con necesidades físicas a quienes la compasión de nuestro Señor no pudo ignorar. Ya que negar sanidad a los que sufrían simplemente para no ofender a los líderes judíos que sostenían y promovían ideas equivocadas en cuanto al reposo estaba en conflicto con Su amor, Jesús sanó a los afligidos incluso cuando esto produjo conflicto adicional con Sus enemigos.

[1] La Misná y el Talmud corroboran este punto al presentar 39 prohibiciones rabínicas en cuanto a la ley sabática.

[2] Walton, John H., et al. (2000), El comentario de trasfondo bíblico de IVP: El Antiguo Testamento [The IVP Bible Background Commentary: Old Testament] (Downers, Grove, IL: IVP Academic), p. 96, énfasis añadido.