¡Crea y sea satisfecho!

Resumen

Dios quiere que dependamos totalmente de Él, y entonces estaremos satisfechos con lo que Él ha preparado para nosotros.

Hace más de sesenta años atrás, se comenzó a celebrar el «Día de la mujer soltera». Se dedicó este día en honor a las mujeres de más de treinta y cinco años que todavía no se habían casado. De hecho, antes del cambio de siglo, generalmente las mujeres se llegaban a preocupar si no estaban comprometidas para la edad de veinte años. Sin embargo, desde el cambio de siglo, y con más oportunidades de trabajo y carreras para las mujeres, las que son solteras están encontrando un lugar en el ámbito laboral fuera del hogar.

Por otra parte, mucha gente soltera todavía ansía la seguridad y otras bendiciones que el matrimonio provee. Yo puedo recordar que, antes que conociera a Rachel, ¡pensé que nunca llegaría a casarme! En tal tiempo, un poema llegó a mis manos; su título era: «Crea y sea satisfecho». El punto del poema era que nuestra felicidad y seguridad no debería basarse en la relación con otro ser humano, sino en la suficiencia de nuestro Salvador. El poema decía:

Todos ansían entregarse completamente a alguien,

tener una relación profunda con otra persona,

ser amados completa y exclusivamente.

Pero Dios dice al cristiano:

«No; no todavía, hasta que estés satisfecho,

completo y contento solamente con Mi amor,

entregándote totalmente y sin reservas a Mí,

y teniendo una relación intensamente personal y única conmigo».

Note las palabras del Creador: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, […] pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis» (Jeremías 29:11). Esta es una gran promesa, no solamente para las personas solteras, sino para toda persona que se encomienda en las manos de Dios. ¿Está buscando un cónyuge? ¿Está buscando un hijo? ¿Está buscando un trabajo? ¿Está buscando salud? ¿Está buscando algo?

Esta es una lección que todos debemos aprender: Dios quiere que dependamos completamente de Él, y entonces estaremos satisfechos; entonces no ansiaremos lo que la vida tiene que ofrecer, sino lo que Dios ha preparado para nosotros, para la vida en esta tierra y la eternidad.