Aconsejando a Sus Hijos Adolescentes

La consejería que este artículo aborda tiene que ver con impartir sabiduría, dirección y ayuda para la vida saludable, productiva y piadosa. (A propósito, debemos estar conscientes de que este no es necesariamente el objetivo de muchos en el campo de la consejería).

La consejería para nuestros hijos adolescentes realmente comienza antes que ellos lleguen a sus años de adolescencia. La mejor consejería que podemos realizar comenzará años antes. El sabio escribió: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). Los padres sabios considerarán seriamente este proverbio. ¡La instrucción, enseñanza y entrenamiento temprano son vitales para la formación de adolescentes sanos (vea Deuteronomio 6:1-4)!

Una de las claves principales para la consejería (tal vez más con los adolescentes) es una de las más difíciles: escuchar. (¿Me escuchó?). Santiago escribió: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (1:19). Los padres deben estar tan dispuestos a escuchar como lo están para dar instrucción.

La escucha cuidadosa nos ayuda a entender lo que sucede en la vida de nuestros hijos. Esto es especialmente importante con los adolescentes ya que ellos pueden no estar dispuestos a compartir información personal. También debemos escuchar no solo con nuestros oídos, sino con nuestros ojos y corazones. Para ayudar a nuestros hijos, debemos conocer sus situaciones personales. Debemos escuchar cuidadosamente y con empatía.

Recomiendo precaución con esto, pero desarrollar conexión con nuestros hijos a través de los medios sociales puede darnos “acceso” a su mundo. Muchos de ellos se expresan abiertamente a través de estos medios. Lo cierto es que la mayoría de adolescentes necesita comprensión. Aunque este acercamiento puede parecer invasivo, algunos adolescentes lo aceptan positivamente.

Otro aspecto muy importante (e ignorado) de la consejería es la relación general que tenemos con nuestros hijos. En medio de estos años emotivos e incluso turbulentos, ellos deben saber que queremos lo mejor para ellos. Es fácil que se pierda la buena relación debido a la ocupación. Una palabra clave aquí es “percepción”. ¿Cómo perciben nuestro consejo? ¿Piensan que solamente les menospreciamos? ¿Creen que estamos en contra de ellos? Una de nuestras tareas más importantes es convencerles con nuestras palabras y acciones que les amamos y queremos sinceramente lo mejor para ellos. Si podemos convencerles de esto, muchas puertas se abrirán fácilmente.

Además, tenga presente que mientras ellos pasan por estos años turbulentos, necesitan nuestra estabilidad. No piense que debe igualar el nivel de emoción e intensidad de ellos. Recuerde: “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).

¿Qué instrucción y consejo debemos dar a nuestros hijos adolescentes? ¡El de Dios! La Biblia es el manual de instrucción para ellos y para todos nosotros (vea 2 Pedro 1:3 y 2 Timoteo 3:16-17). Jesús vino para que tengamos vida abundante (Juan 10:10; vea también 6:68). Él puede guiar a los adolescentes a la vida exitosa para Él a través de Su Palabra (vea Salmos 119:105; Juan 14:6). El libro de Proverbios contiene consejos remarcables para la vida exitosa que los adolescentes y padres deben recibir.

Una de las cosas más importantes que debemos hacer es orar fervientemente por ellos y con ellos (Santiago 5:16). Al final, también debemos conocer nuestras propias limitaciones. No es vergonzoso pedir ayuda a un predicador, anciano, amigo o consejero cristiano. Que el Señor bendiga a nuestros hijos adolescentes mientras Él levanta la nueva generación de siervos en Su reino.