Introducción y Bosquejo del Espíritu Santo

“¡La Doctrina Bíblica del Espíritu Santo!”. Este es un estudio fascinante y fundamental que ahora se presenta al lector y escritor. Es un estudio desafiante y consolador, interesante e intrigante, controversial y complejo, maravilloso y militante. Las mentes brillantes y no tan brillantes han lidiado con la seriedad y sublimidad de este Ser glorioso de tal esencia augusta. Este estudio comienza con asombro, y continuará y concluirá con un crescendo de asombro incluso mayor. Esta es la naturaleza noble del estudio de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.

EL ÉNFASIS EN EL ESPÍRITU SANTO TIENE RAZÓN ADECUADA

El hermano H. Leo Boles fue un predicador poderoso, gran maestro y escritor prolífico durante la primera mitad del siglo XX. Él murió en 1946. Entre los 12 o más volúmenes que fluyeron de su pluma noble está un libro monumental llamado El Espíritu Santo: Su Personalidad, Naturaleza, Obras. La compañía Gospel Advocate (El Defensor del Evangelio) lo publicó en 1942. Esto fue el resultado de las conferencias que dio en la Facultad Freed-Hardeman (que ahora es una universidad) en enero de 1938 después de un estudio prolongado y especial en busca de lo que la Biblia dice acerca del Espíritu Santo. En un enunciado introductorio, escribió en cuanto a las conferencias del Espíritu Santo en la facultad de Henderson:

Muchos predicadores del evangelio escucharon estas conferencias y sugirieron que se escriba un libro sobre el tema. Debido al ánimo de muchos para escribir el libro, el autor ha conservado el tema en su mente y corazón por estos cinco años; se ha realizado investigación especial por tres años, y se ha estudiado la totalidad de libros disponibles sobre el Espíritu Santo; este libro representa dos años de estudio intenso sobre el tema (Boles, 1942, p. 5).

¡Este llegó a ser un volumen monumental! Yo primero lo leí cuando era un predicador joven, y he hecho referencia a él una y otra vez mientras realizaba mi investigación para escribir este libro. En el capítulo inicial, él hizo referencia al Espíritu Santo como “Un Tema Bíblico Ignorado” (1942, p. 11). Describió el siglo XVIII como un periodo de estudio intenso en cuanto a Dios el Padre. El énfasis cambió durante el siglo XIX con un enfoque acelerado en la Segunda Persona—Dios el Hijo. El hermano Boles sugirió que el siglo XX “debería poner énfasis similar en el tercer miembro de la Deidad” (1942, p. 14).

En adición al volumen de Boles sobre el Espíritu Santo durante la primera mitad del siglo XX, se escribió libros completos sobre el Espíritu Santo durante la segunda mitad de tal siglo. Durante la década de 1960 y 1970, los hermanos Foy E. Wallace, Jr., Franklin Camp y E.R. Harper escribieron libros sobre el Espíritu Santo que fueron titulados respectivamente, La Misión y Medio del Espíritu Santo, La Obra del Espíritu Santo en la Redención, y Harper sobre el Espíritu Santo y Temas en el Siglo XX. El libro ¿Qué Sabe en cuanto al Espíritu Santo? fue el resultado del enfoque fundamental de las Conferencias Anuales de Forth Worth en 1980. Este fue un libro editado por Wendell Winkler, con contribuciones de 45 hombres, y aborda temas controversiales desafiantes de la exégesis escritural relacionada a esta Personalidad Augusta de la “La Trinidad Infinita”—una expresión favorita del fallecido Roy H. Lanier, Sr. Hace algún tiempo atrás, la compañía Gospel Advocate reimprimió la obra breve pero impactante de Z.T. Sweeney, El Espíritu y la Palabra.

En 1992, los ancianos de la congregación de Vidor, Texas, me pidieron que les ayudara a planificar su Tercera Conferencia Anual del Área Golden Triangle programada para el 10-12 de setiembre de 1993. Ellos querían que toda la conferencia fuera sobre el Espíritu Santo. Estas líneas se escriben justo después de la conclusión de esta gran conferencia. Se hizo un libro de 110 páginas que contenía 15 investigaciones escritas de ocho predicadores del Evangelio. Pronto los hermanos de Vidor enviaron una copia del libro al hermano Guy N. Woods. En su manera carismática, el hermano Woods respondió inmediatamente, escribiendo:

Les agradezco por enviarme una copia impresa de las lecciones de su conferencia reciente. Se ha realizado el libro de manera maravillosa, y la publicación es fácil de leer y fascinante. Las lecciones están llenas de material muy bueno. Este libro es una contribución valiosa a la literatura de la hermandad, y debe ayudar a los que están en error a corregir sus enfoques (1993, p. 1).

Estoy escribiendo estas líneas el 9 de diciembre de 1993. El hermano Woods partió de la escena terrenal 24 horas atrás. En su fallecimiento, hemos perdido al predicador y escritor más brillante y valiente de nuestra generación. El día después de su muerte, el hermano Garland Elkins me escribió lo siguiente: “En su fallecimiento, nuestra pérdida es grande”. Y ciertamente lo es. En mi opinión, él realizó el escrito más fino en cuanto al Espíritu Santo que cualquier otro hombre del siglo XX. De él aprendí mucho, no solamente en cuanto al Espíritu Santo, sino también en cuanto a todas las facetas de la Biblia.

Durante la última mitad del siglo XX, se escribió muchos folletos, libritos y artículos en cuanto al Espíritu Santo. Muchos sermones y lecciones bíblicas se han centrado en la persona, misión e influencia del Espíritu Santo.

Si el hermano Boles pudiera regresar y hacer un sondeo de los 50 años pasados, creo que el erudito de Nashville y decano de los escritores del Defensor del Evangelio estaría contento con los esfuerzos literarios y orales de los hermanos fieles en cuanto a la distribución de material útil sobre el Espíritu Santo. Sin duda, el futuro será testigo de un esfuerzo similar. Es mi deseo que cada escritor y predicador futuro, quien escribe o habla en cuanto al Espíritu Santo, se encomiende totalmente a la doctrina bíblica real del Espíritu Santo y que no ceda a argumentos irreverentes, insensatos y subjetivos que carecen de validez bíblica objetiva.

ALGUNAS DESIGNACIONES ESCRITURALES PARA EL ESPÍRITU SANTO

Pedro instó y demandó que los cristianos hablaran según las palabras de Dios (1 Pedro 4:11). El lema de la Restauración dice que debemos llamar a las cosas bíblicas con nombres bíblicos y hacer cosas bíblicas en maneras bíblicas. Esto incluye llamar a las personas bíblicas con designaciones bíblicas. Esto es de suma importancia cuando se trata de la Deidad.

En el Antiguo Testamento, el término Espíritu se deriva del término hebreo rûaj. En tal sección de la Escritura Sagrada, se Le llama “el Espíritu de Dios” (Génesis 1:2), “mi espíritu” (Génesis 6:3), “el Espíritu de Jehová” (Jueces 6:34; 2 Samuel 23:2), “tu buen Espíritu” (Nehemías 9:20), “tu Espíritu por medio de tus profetas” (Nehemías 9:30), “tu santo Espíritu” (Salmos 51:11), “el Espíritu de Jehová el Señor” (Isaías 61:1), “su santo espíritu” (Isaías 63:11) y “el Espíritu” (Ezequiel 2:2).

En el Nuevo Testamento, se Le llama el “Espíritu Santo” muchas veces. En este testamento, “Espíritu” se deriva del término griego pneuma. Este término se aplica al Espíritu Santo y al espíritu del hombre. Generalmente las traducciones usan la “E” mayúscula cuando se está considerando a la tercera Persona de la Deidad. Se usa la “e” minúscula cuando se está considerando el espíritu del hombre. El contexto ayuda a determinar esta diferencia.

En el Nuevo Testamento, se Le llama el “Espíritu de Dios” (Mateo 3:16), “el Espíritu” (Mateo 4:1), “el Espíritu de vuestro Padre” (Mateo 10:20), “mi Espíritu” (Mateo 12:18), “El Espíritu del Señor” (Lucas 4:18), “el Espíritu Santo” (Lucas 11:13), “Espíritu” (Juan 1:32), “el Espíritu de verdad” (Juan 14:17; 15:26; 16:13), “el Espíritu de santidad” (Romanos 1:4), “el Espíritu de Cristo” (Romanos 8:9), “el Espíritu de su Hijo” (Gálatas 4:6), “el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13), “Espíritu Santo de Dios” (Efesios 4:30), “el Espíritu eterno” (Hebreos 9:14) y “los siete espíritus de Dios” (Apocalipsis 3:1).

Se da menos nombres al Espíritu Santo que a Dios el Padre y a Jesucristo el Hijo. Se dice que hay algo de 200 nombres para el Cristo en la Escritura Sagrada. ¡Considere cuántos nombres Isaías 9:6 da en solamente una declaración profética! No se brinda tantos para el Espíritu Santo. Pero los nombres que tenemos de la Tercera Persona describen Su eternidad, persona, misión, naturaleza inmaculada, asociación con los otros Miembros de la Deidad y Su relación con la humanidad.

EL BOSQUEJO DE NUESTRO ESTUDIO SOBRE EL ESPÍRITU SANTO

A. Introducción y Bosquejo del Espíritu Santo

B. Errores en cuanto al Espíritu Santo

C. ¿Por qué Estudiar al Espíritu Santo?

D. La Deidad: ¿Uno o Tres?

E. El Espíritu Santo en las Creaciones Duales

F. El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento

G. El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento

H. El Espíritu Santo y la Inspiración Bíblica

I. El Espíritu Santo y Jesucristo

J. La Blasfemia Contra el Espíritu Santo

K. El Espíritu Santo y los Apóstoles

L. El Bautismo del Espíritu Santo

M. El Espíritu Santo y la Imposición Apostólica de las Manos

Ñ. El Don del Espíritu Santo

O. El Espíritu Santo y los Dones Espirituales

P. La Morada del Espíritu Santo

Q. La Operación Directa del Espíritu Santo: ¿Hecho o Ficción?

R. El Espíritu Santo en la Conversión

S. El Espíritu Santo en la Santificación

T. Seis Pecados Serios Cometidos contra el Espíritu Santo

U. El Espíritu Santo en la Guía y el Testimonio

V. El Fruto del Espíritu Santo

W. “La Unidad del Espíritu en el Vínculo de la Paz”

X. El Espíritu Santo y la Adoración Cristiana

Y. Lo que el Espíritu Santo No Hace Hoy

Z. Veintiséis Lecciones Aprendidas en cuanto al Espíritu Santo

Referencias

Boles, H. Leo (1942), El Espíritu Santo: Su Personalidad, Naturaleza, Obras [The Holy Spirit: His Personality, Nature, Works] (Nashville: The Gospel Advocate Company).

Woods, Guy (1993), “Carta Personal”, citado en el boletín de la iglesia de Cristo en Vidor, Texas, ed. Cecil Shelton, 3 de octubre.